Mi nombre es Paulina Salas, y mi trayectoria en el mundo de la gastronomía comenzó en 2005, cuando tuve la oportunidad de vivir y trabajar en Italia. Este país no solo se convirtió en mi hogar temporal, sino también en el lugar donde despertó mi pasión por la cocina. Aunque no me desarrollé directamente como chef en ese momento, mi día a día estuvo rodeado de cocinas, creación de platos y la esencia misma de la alta gastronomía italiana.

A mis 20 años, tuve el privilegio de conocer y aprender de figuras destacadas del sector, lo que me permitió adentrarme en este fascinante mundo desde una perspectiva privilegiada. Esa experiencia, sin duda, marcó los cimientos de mi formación y fue mi gran escuela en la vida.

Después de casi una década, regresé a mi país, Ecuador, con una profunda conexión emocional con la gastronomía. Sin embargo, fue en 2020, en medio de la pandemia, cuando volví a encontrarme plenamente con la cocina. Como muchos, este período de introspección me permitió reconectar con actividades significativas, pero en mi caso, también me brindó el tiempo y la energía para explorar mi pasión culinaria y afrontar los desafíos de la mejor manera posible.

Al superar esta etapa, tuve la certeza de que la cocina sería parte esencial de mi nueva etapa de vida. Decidí inscribirme en una escuela de gastronomía para profesionalizarme y, con el tiempo, identifiqué una oportunidad en mi ciudad, Guayaquil: la necesidad de disfrutar auténtica comida italiana casera, tradicional, y cargada de experiencias.

Con esa visión en mente, nació La Cucina di Pau, un espacio que busca brindar una experiencia gastronómica integral, donde las personas puedan reunirse y disfrutar de la verdadera esencia de la cocina italiana.